La madre de su amiga gemía cada vez más fuerte mientras él le chupaba el clítoris, sintiendo cómo se retorcía de placer debajo de él.
La estudiante universitaria y su profesor de literatura discutieron la novela que habían leído en clase en el apartamento de él, pero pronto se encontraron debatiendo sobre algo mucho más personal.
La madrastra gemía y gritaba de placer mientras su hijastrastro la tomaba por detrás, sintiendo la duro de cada embestida.
La hijastra de Carlos era tan estrecha que a veces parecía que no cabía ni un dedo más, y eso lo volvía loco.